La primera laringectomía fue realizada en 1873. Desde entonces se han ensayado muchos métodos para recuperar el habla, incluyendo el uso de laringes artificiales. Al parecer alguno de esos primeros dispositivos proporcionaban buen sonido, pero aparecieron problemas relacionados con el paso de alimentos solidos y líquidos a la traquea, y neumonía consiguiente.
Desde aquellos tiempos se han hecho muchos progresos y hoy día disponemos de tres métodos principales para crear una nueva voz.
Habla traqueoesofagica con prótesis de voz
En la actualidad, el método preferido en todo el mundo para crear una nueva voz se conoce como habla traqueoesofagica. Se crea un canal (llamado "fístula de voz") a través de la pared entre la traquea y el esófago.
Cuando usted exhale y al mismo tiempo se tape el estoma, el aire procedente de los pulmones sera impulsado a traves de ese canal hacia el esófago, donde se producirá una voz esofágica.
Para evitar los alimentos solidos y líquidos pasen a los pulmones a través de la fístula, se inserta una prótesis de voz. La prótesis de voz es una válvula unidireccional que permite el paso libre del aire exhalado . La válvula se cierra durante la deglución a fin de impedir que los alimentos entren en los pulmones.
La principal ventaja de esta técnica radica en que permite obtener una nueva voz poco después de la intervención quirurgica. Un beneficio secundario consiste en la posibilidad de controlar el volumen, la entonación y la longitud de las fases.
Voz Esofágica
Esa técnica se sigue utilizando y funciona bien en muchos pacientes. La voz se crea mediante transferencia parcial del aire desde la boca hacia el esófago. Ese permite producir un sonido de tono similar a un eructo, que puede ser transformado en voz esofágica. No todos los pacientes laringectomizados son capaces de dominar la técnica. Pero si usted puede conseguirlo, podrá hablar sin necesidad de utilizar las manos.
Electrolaringe
Otra alternativa consiste en utilizar un dispositivo electrónico vibrador, conocido como electro-laringe. El instrumento se coloca bajo el mentón y produce vibraciones audibles en la boca, que pueden ser transformadas en habla.